Un artículo de La Tercera publicado en estos días titulaba con orgullo “Escolares de Maipú son los primeros en recibir dinero por ir a clases”. El título se refería a la iniciativa surgida el 2009 de parte del municipio de Maipú, la cual ofrece a los estudiantes de los 24 colegios de la comuna sumas de dinero a cambio de subir los niveles de asistencia a clases. Otorgando entre 100 y 350 mil pesos a un curso si este aumenta su asistencia por sobre el nivel promedio de asistencia del establecimiento. En total el 2009 el municipio entregó 5 millones de pesos por este concepto.
Aunque el municipio argumente que el objetivo fundamental es reducir el ausentismo escolar, la verdadera intención es incrementar las arcas municipales y de los establecimientos aumentando el dinero recibido vía subvenciones (para lo cual están dispuestos a “invertir” pagándole a los estudiantes). Recordemos que tanto los establecimientos municipales como particular-subvencionados reciben dineros estatales por estudiante que asiste a clases (subvención).
La medida no ataca el verdadero problema del ausentismo escolar, derivado de la pésima educación recibida en los establecimientos, la estructura jerárquica existente en su interior y la imposición del saber, la falta de oportunidades y las desigualdades sociales que hacen que los estudiantes vean como inútil el asistir a clases pues no ven posibilidades de lograr mucho educándose. Medidas como estas no hacen más que demostrar que para el modelo vigente y quienes lo sustentan los estudiantes sólo contamos como número y la educación sólo importa cuando se puede lucrar con ella.
Fuente: convergencia-est.blogspot.com
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