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miércoles, 13 de julio de 2011

Paro Nacional por la recuperación de la educación públicaLa marcha del


La marcha del Jueves en Stgo parte a las 10.30 en Plaza Italia, marcharemos por la Alameda y nos dirigiremos a La Moneda a exigir el pronunciamiento sobre los temas que Piñera evadió: fin al lucro, desmunicipalización de los colegios, renacionalización del cobre, plebiscito entre otros. DIFUNDIR!!!


Paro Social: NO AL LUCRO EN LA EDUCACIÓN.
Por Chile y su dignidad, todos nos movilizamos.

El movimiento por la educación trascendió a lo estudiantil. HOY CHILE HA DESPERTADO DE UN LARGO LETARGO, LEVANTANDO UN MOVIMIENTO SOCIAL CON CARACTERÍSTICAS HISTÓRICAS.

Ante esto, el Gobierno ha intentado instalar un "acuerdo", que de acuerdo no tiene nada porque solo es una imposición de forma unilateral para acallar al movimiento social y cubrir la crisis que arrastra el fracasado modelo educacional chileno. Más aún, con esta acción el Presidente Piñera pretende legalizar el lucro en la educación.

Frente a esto, nuestra respuesta es rotunda: EL PARO SOCIAL VA.

Todo Chile marchará nuevamente para decirle al gobierno: QUEREMOS CAMBIOS ESTRUCTURALES, NO AL LUCRO EN LA EDUCACIÓN.

Prontamente informaremos de los puntos de marcha y hora en cada ciudad.

El gen ideológico de Piñera y Lavín contra la educación pública



¿Nada hay peor que estar atrapado por fantasmas propios, miedos propios o ilusiones propias? Pues sí. Estar atrapado por ideologías propias.

Las tenazas de la ideología forjada por Jaime Guzmán -y por todo el espectro del gremialismo- al fuego de los años 70 primero, y al sopor de los 80 después, tienen hoy por hoy a todo el sistema educativo en una especie de agobio claustrofóbico.

Pero, especialmente claustrofóbico y agobiado, al Ministro de Educación. Claustrofóbico de sus propias ideologías, por cierto.

El fundamentalismo ideológico del Ministro lo hace acusar de “ideologismo” a quienes están, que duda cabe, mucho más allá de las ideologías; es decir, a jóvenes post-dictadura y post-concertación, a jóvenes que miran con otros códigos el “negocio” de la educación chilena, y exigen justicia, igualdad y mejores garantías de una educación significativa y de calidad. A esos jóvenes, los acusa de “ideologismo”, de haber traspasado las fronteras de “lo técnico”.

Como si “lo técnico” y “lo real” del sistema educativo chileno no fueran producto de una serie de concatenaciones ideológicas, con enemigos ideológicos, pensadas ideológicamente y puestas en marcha, al amparo de la dictadura y el totalitarismo ideológico de Pinochet, desde el año 81 en adelante.

Contra el Marxismo

La revista Qué Pasa de diciembre del año 1973, dirigida a la sazón por Gonzalo Vial Correa, trae en su portada a los tres hombres del año: primero, a don Luis Álamos, que tiene a la selección nacional de fútbol lista y dispuesta para viajar al mundial de selecciones en Alemania,

después de una serie de altibajos; segundo, al presbítero Raúl Hasbún, director de Canal 13, por rescatar a dicho canal del “control marxista”, convirtiéndolo en una “trinchera anti-UP”, y por ser un “juntista de tomo y lomo” al declarar asertivamente que “para mí, el gallo cantó, en Chile amaneció y las pesadillas de la noche se esfumaron”; y tercero, era que no, a Augusto Pinochet, “símbolo de la nueva presencia militar”;” “intelectual con varias obras publicadas”; “militar mil por ciento”; hombre de “actuar directo y franco”.

Pues bien, en esa –en apariencia- inocua revista, viene uno de los leitmotiv de toda la “revolución educativa”, especialmente del sistema universitario, llevada en adelante desde el año 81 por la dictadura y auspiciada por el gremialismo ideológico de Jaime Guzmán que atenaza hoy a Joaquín Lavín.

La editorial se pregunta “¿Qué falló?” en el proyecto de la Unidad Popular liderada por Salvador Allende. Falló -argumenta- catastróficamente el “marxismo”, el “marxismo chileno”, que en tres años despilfarró –entre otras cosas- la “penetración en la intelectualidad y en las Universidades” que ya llevaba produciendo desde hace medio siglo.

Ahí está, en ciernes, para decirlo suavemente, una de las claves de la intervención universitaria en Chile, vigente hasta hoy.

Es bueno recordarlo. Todo el ensamblaje de políticas públicas en educación tuvo como adversario político, el “totalitarismo marxista”, al que se le vinculó mágicamente con el llamado “estatismo”, y el “sovietismo”, y el “terrorismo” y el “ateísmo”. Contra toda esa mixtura imaginaria, se cohesionó y aglutinó toda una ideología ataviada de “libertad individual de elección”, de “libre mercado”, de “neoliberalismo” y de “conservadurismo moral”.

Tan preocupado estaba el gremialismo a comienzos del año 1980 de que los cambios educativos tuviesen una línea correcta -correcta en función de sus planteamientos ideológico-políticos-, que publican un extraordinario documento –que adjuntamos por su relevancia histórica- del economista formado en Harvard, especialista en economía de la educación, a la sazón flamante Gerente General del Banco de Talca, Sebastián Piñera.

Para Jaime Guzmán, para toda su doctrina más ambiciosa y penetrante, ideológicamente hablando, la “revolución universitaria del 81” era clave en su lucha contra el “marxismo” que siempre fue concebido como una amenaza constante, larvada a veces, pero constante, que podía, por qué no, llevar a Chile de nuevo a la encrucijada de los 70.

El lobby político

En Mayo de 1986, Augusto Pinochet le encomendó a su Ministro del Interior, Ricardo García, una serie de “reuniones políticas” del más alto nivel, con las fuerzas políticas correctamente institucionalizadas en el país, es decir con la Unión Nacional y con la UDI.

Uno de los problemas más importantes que tenían preocupado a los medios oficialistas por aquel entonces era el llamado a Referéndum que un grupo de académicos de la Universidad de Chile había realizado para elegir a un nuevo rector, pero democráticamente.

Pues bien, el Ministro del Interior se reúne el 7 de Mayo con los líderes de la Unión Nacional, fundamentalmente con Andrés Allamand, quien planteó cuestiones más bien de orden político. Nada sobre la “coyuntura” universitaria.

El 15 de Mayo se reúne el Ministro del Interior García, con Jaime Guzmán. Líder de la Unión Demócrata Independiente. De lo que se habló, él mismo se encarga de dejarlo por escrito, en una columna de opinión de Mayo del 86 en la revista Ercilla, la que titula “La UDI y una agenda de trabajo”.

Dice que “por la naturaleza misma del encuentro, éste no apuntaba a la presentación de un petitorio a la autoridad, sino que la UDI planteara una agenda de temas de trabajo, cuyo análisis se profundice en reuniones futuras”.

¿Cuál es el tema nº1 en las preocupaciones de Jaime Guzmán? Ahí vemos, de nuevo su consideración estratégica en vista a una lectura y re-lectura constante del juego de acontecimientos en el devenir nacional.

Su primera preocupación para esta agenda de trabajo, que incluye reuniones futuras, es “la urgente implementación integral de una institucionalidad universitaria que incluya una efectiva gravitación de los académicos –debidamente jerarquizados- en el rumbo de nuestras universidades. Junto a ello, sugerimos que se refuerce el financiamiento estatal a la educación superior, pero favoreciendo su uso eficiente y que él se canalice hacia planteles privados existentes o que se creen, para mejorar la calidad académica de las universidades y dificultar su instrumentalización política”.

¿Fue solo Jaime Guzmán a esa reunión –lobby diríamos hoy- con el Ministro? Pues, claro que no. Fue con Pablo Longueira, Guillermo Elton, Javier Leturia y Luis Cordero

texto completo

http://www.elmostrador.cl/opinion/2011/07/04/el-gen-ideologico-de-pinera-y-lavin-contra-la-educacion-publica/

Paro Nacional por la recuperación de la educación pública


La marcha del Jueves en Stgo parte a las 10.30 en Plaza Italia, marcharemos por la Alameda y nos dirigiremos a La Moneda a exigir el pronunciamiento sobre los temas que Piñera evadió: fin al lucro, desmunicipalización de los colegios, renacionalización del cobre, plebiscito entre otros. DIFUNDIR!!!


Paro Social: NO AL LUCRO EN LA EDUCACIÓN.
Por Chile y su dignidad, todos nos movilizamos.

El movimiento por la educación trascendió a lo estudiantil. HOY CHILE HA DESPERTADO DE UN LARGO LETARGO, LEVANTANDO UN MOVIMIENTO SOCIAL CON CARACTERÍSTICAS HISTÓRICAS.

Ante esto, el Gobierno ha intentado instalar un "acuerdo", que de acuerdo no tiene nada porque solo es una imposición de forma unilateral para acallar al movimiento social y cubrir la crisis que arrastra el fracasado modelo educacional chileno. Más aún, con esta acción el Presidente Piñera pretende legalizar el lucro en la educación.

Frente a esto, nuestra respuesta es rotunda: EL PARO SOCIAL VA.

Todo Chile marchará nuevamente para decirle al gobierno: QUEREMOS CAMBIOS ESTRUCTURALES, NO AL LUCRO EN LA EDUCACIÓN.

Prontamente informaremos de los puntos de marcha y hora en cada ciudad.

GANE: la verdad sobre los USD 4.000 millones


“La letra chica del fondo FE es que este monto no se asigna de manera directa a la educación. NO habrá 4.000 millones de dólares para los liceos y universidades. Lo que el gobierno anunció de manera confusa, es que sacará USD 4000 millones del Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES), lo pondrá en una nueva cuenta y cada año utilizará sus intereses para inyectarlos a la educación”.

En la forma, los anuncios que realizó el Presidente Sebastián Piñera fueron cuantiosos. Además de los reajustes al Crédito con Aval del Estado, el aumento en número y monto de las becas para la educación técnica y el fondo basal para la revitalización de las universidades estatales, fue el Fondo para la Educación (FE) de USD 4.000 millones el que se llevó todas las miradas.

Los estudiantes cuestionaron el anuncio y preguntaron de qué manera se asignarían los USD 4.000. Criticaron el sesgo a favor de los subsidios a la oferta y también la omisión del rol que asumiría el estado con sus universidades.

¿Cuánto valen los anuncios más importantes que se realizaron? Las becas para estudiantes técnicos significan en la práctica una ampliación de las Becas Nuevo Milenio y un aumento de su monto de $500.000 a $600.000. Los montos totales para concretizar estos benficios ascienden a USD 80 millones al año.
Asegurar el acceso para el 40% más vulnerable y con méritos académico significa una ampliación de la cobertura de la beca Juan Gómez Millas, la que ya beneficia a gran parte de estos alumnos. También se debe considerar 1000 nuevas becas de Nivelación Académica. Este anuncio no cuesta más que USD 8 millones al año.

Otro anuncio celebrado fue la disminución de la tasa del Crédito con Aval del Estado. Sumando los subsidios a las tasas de créditos antiguos y de los nuevos este anuncio le costará al estado aproximadamente USD 25 millones al año.
Si agregamos a estos ítems los montos de la nueva institucionalidad, el fondo basal para la revitalización de las universidades públicas y los nuevos fondos concursables agregamos USD 60 millones más.

La suma real de los anuncios sólo llega a USD 242 millones. Como se observa, los montos no se acercan ni cerca a los USD 4.000 millones del fondo FE. ¿Cómo se explica esta brecha?

La letra chica del fondo FE es que este monto no se asigna de manera directa a la educación. NO habrá 4.000 millones de dólares para los liceos y universidades. Lo que el gobierno anunció de manera confusa, es que sacará USD 4000 millones del Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES), lo pondrá en una nueva cuenta y cada año utilizará sus intereses para inyectarlos a la educación. Si uno hace matemática simple observa que aplicando un interés de un 5% al fondo FE obtiene los USD 250 millones anuales que valen los acuerdos que anunció Piñera.

El país demanda una reforma a la educación general y superior del país. Piñera responde con un anuncio vacío en los temas centrales, el rescate de la educación pública, y de manera irresponsable, utilizando los números para engañar a la opinión púbica. El gobierno pone cifras siderales sobre la mesa y en la práctica ofrece migajas.

Es de esperar que aquellos que han enarbolado la defensa de la educación pública, estudiantes y rectores, no cedan ante los señuelos que se han ofrecido y demande, nuevamente, respuestas claras que hagan posible la reforma.